En Naftalina no vendemos “cachivaches con suerte”. Cada consola, accesorio o dispositivo que pasa por nuestras manos es revisado, reparado y dejado pipí-cucú antes de salir a la venta.
Acá te contamos cómo lo hacemos:
Primero lo revisamos de punta a punta:
¿Enciende? ¿Carga? ¿Se ve bien? ¿Suena?
¿Tiene todos los botones funcionando?
¿Está limpio o vino de la guerra del Golfo?
Con eso definimos qué necesita para volver a la cancha.
Si algo no funciona, lo arreglamos. Si está muy dañado, lo reemplazamos por piezas originales o compatibles de calidad. Algunas cosas que hacemos:
Reparación de placas, conectores, lectores, etc.
Limpieza de óxido y cambio de componentes clave
Ajustes finos y calibraciones según el equipo
Todo a cargo de gente que sabe lo que hace (y que también ama estas cosas).
Una consola puede funcionar perfecto, pero si parece salida del fondo del ropero… no va.
Por eso también nos ocupamos de lo estético:
Limpieza profunda externa e interna
Pulido de pantallas y plásticos
Restauración de color (incluso retrobright si hace falta)
Queremos que cuando lo saques de la caja, te saques un “¡uhhh mirá esto!” automático.
Probamos TODO. No vendemos nada que no haya pasado por nuestras manos al menos un par de veces:
Encendido, carga, video, audio, controles, cartuchos o discos
Pruebas con juegos reales
Verificamos compatibilidades, puertos, cables, etc.
Y si algo no nos convence... sigue en taller.
Muchos de estos productos tienen más de 30 o 40 años. Son piezas que, aunque estén funcionando y restauradas, siguen siendo electrónicas antiguas. Tienen un desgaste natural propio del tiempo y deben ser entendidas también como objetos de colección, no como productos nuevos.
Además, si algún artículo presenta rayones, trizaduras, marcas o detalles estéticos que no afectan su funcionamiento, estos serán claramente mostrados en las fotos del producto o indicados en la descripción, para que sepas exactamente qué estás comprando.
Los tratamos con todo el amor y dedicación que se merecen… pero el tiempo deja huella.
Si querés saber más sobre un producto en particular, el proceso de restauración o simplemente charlar de consolas viejas (nos copa), escribinos:
Respondemos lo antes posible, sin bots ni vueltas. ¡Gracias por confiar en Nafta!